922 509 158 - 8:00 - 16:00h Lunes - Viernes

Las fachadas suelen ser zonas donde se producen y extienden los incendios, y aún están expuestas a la radiación térmica y a las chispas. De ahí, la importancia del aislamiento térmico, la impermeabilización, la protección pasiva contra el fuego, etc.

La intensidad de los incendios en fachadas dependerá del tamaño del incendio, las ubicaciones donde se desarrollan los incendios, la distancia que hay con otros edificios cercanos, etc.

Hay una serie de causas de incendios en fachadas que ocurren más a menudo y son los siguientes:

Incendios en la fachada de un edificio adyacente

La superficie de una pared externa está expuesta a la radiación térmica y a las chispas pudiendo provocar un incendio en la fachada que afecte al edificio adyacente. La intensidad del incendio dependerá del tamaño del fuego, así como de la distancia entre los edificios próximos y su posición relativa.

Incendios fuera de un edificio justo al lado del revestimiento de la fachada

La intensidad de los efectos del fuego en estos casos depende de varios factores:

  • la presencia de oxígeno en el aire que alimenta la combustión
  • la altura de las llamas
  • el revestimiento de la parte externa de la fachada…

No obstante, aunque el revestimiento de la pared externa esté hecho de materiales no combustibles, no se podrá evitar que el fuego entre en el edificio por las aberturas de las paredes externas si están expuestas al fuego durante un período suficientemente largo (aproximadamente de 10 a 20 minutos).

incendios edificios con aberturas en fachadas

Incendios en un edificio en una habitación con una abertura en la fachada

Este es el escenario más grave que puede ocurrir como causa de incendios en fachadas. Dependiendo de si en la habitación hay suficiente carga de fuego (por ejemplo: muebles de madera, material inflamable, etc.) y oxígeno, un pequeño conato de incendio se puede transformar en un incendio importante que pueda afectar al resto del edificio. En este momento, los cristales de las ventanas se rompen y las llamas inciden en la fachada.

El peligro del fuego en las ventanas

En los casos en los que el fuego consigue salir por la ventana, este se convierte en un fuego difícil de controlar. Una vez en el exterior, la provisión de oxígeno es muy grande y puede seguir propagándose a través de la superficie de la fachada, aunque los materiales de la fachada sean ignífugos, y gracias en buena parte a la verticalidad de la superficie de la fachada. Esto se conoce como efecto leap frog (o salto de rana) y se refiere a la capacidad del incendio para propagarse de forma ascendente y secuencial a través de las ventanas de un edificio.

El tamaño, la intensidad y la duración de la propagación del incendio a través de las ventanas de la fachada dependerá del tamaño del recinto, de la carga de fuego, la configuración geométrica de las ventanas y las condiciones de ventilación.

Otros factores que influyen en la propagación

Otros factores como la humedad, la presión, la temperatura y el viento pueden influir en la propagación del incendio.

Además, hay otros objetos que pueden hacer que se propague el incendio por la fachada como es la presencia de cortinas, persianas o toldos.