Las instalaciones contra incendios en almacenes frigoríficos son difíciles de gestionar por diferentes motivos como el tipo de material almacenado y embalajes, la altura del almacenamiento, la superficie de sectores, etc. Además, los sistemas de protección contra incendios en una cámara frigorífica de congelación son complejos, ya que las bajas temperaturas plantean graves inconvenientes.
Por ello, se tiene que llevar a cabo una instalación de detección automática como determina la RSCIEI (Reglamento de Seguridad Contra Incendios en los Establecimientos Industriales).
Instalación de sistemas de protección contra incendios
Existen diferentes sistemas para este tipo de edificaciones y la elección más adecuada dependerá de sus características así como la altura del lugar:
Sistemas secos de rociadores y sistemas húmedos con anticongelante
Tanto los sistemas secos de rociadores como los sistemas húmedos con anticongelante son las opciones más comunes, pero no por ello las más adecuadas. Para su correcto funcionamiento necesita que sean instaladas complementariamente con sistemas de control de temperatura y evacuación de humos (SCTEH), sin embargo, estos por sí solos no funcionan para las cámaras frigoríficas (-25ºC). Tanto aplicando ventilación natural como ventilación forzada la cámara resulta totalmente anegada durante plazos de tiempo amplios con lo que la carga se deteriora por el humo y por la descongelación.
En el caso de los almacenes frigoríficos todo lo que se instale debe estar preparado para las condiciones ambientales y temperatura constante y la ventilación suele ser un problema a la hora de la instalación de estos sistemas.
Sistemas de detección precoz por aspiración

Los sistemas de detección precoz por aspiración cumplen la función de detectar el humo y se consideran aptos para lugares con dificultades de instalación. Trabajan con una sensibilidad aproximada de 100 veces mayor a la de otro tipo de detector. Esta sensibilidad permite que el fuego se perciba por medio de emisores láser mucho antes de forma que se amplía el tiempo de reacción y se minimiza el de daños.

Sistemas de inertización


Los sistemas de inertización son los más adecuados y cumplen los requisitos para las condiciones comunes que tienen los almacenes frigoríficos.
Es posible su instalación constante, porque este tipo de locales suelen mantener una ocupación mínima y suelen ser espacios con alta estanqueidad. Esto significa que, si el porcentaje de oxígeno normal es de un 21%, se consigue reducirlo hasta un 15% para que en caso de incendio no se llegue a producir llama consiguiendo limitar la propagación. Este proceso se suele conseguir mediante la acción de un compresor al inyectar nitrógeno de la misma atmósfera.
Este tipo de sistemas garantizan mayor seguridad y menos daños causados por el fuego, humo o las propias herramientas contra incendios. No obstante, las características del lugar son extremas y se tienen que tomar las medidas especiales para todo el que entre en estas áreas. De modo que son más eficaces que otro sistema para este tipo de edificaciones y por todo el control y la seguridad que se exige el precio del diseño, instalación, gastos y equipos es mayor.
La NFPA (National Fire Protection Association) establece qué tipo de sistema se debería adoptar según las características del establecimiento y el riesgo que haya. Si se trata de proteger seres humanos, bienes y materias primas es importante la detección precoz.