Son varias las normativas obligatorias contra incendios regularizadas y aprobadas por el Boletín Oficial Estatal (BOE). Se destaca el Real Decreto 513/2017 de 22 de mayo que regula las instalaciones y mantenimientos de sistemas de protección contra incendios, que afecta directa y principalmente a empresas instaladoras, fabricantes de productos, distribuidores e importadores. Y también se encuentra el reglamento de Instalaciones de protección contra Incendios (RIPCI) que está en vigor desde el 12 de diciembre de 2018 y es de obligado cumplimiento.
¿Qué es el RIPCI y A quién va dirigido?
El RIPCI consiste en la regulación de las instalaciones, mantenimiento y diseño de los sistemas de protección contra incendios. El reglamento debe llevarse a cabo en la totalidad del ámbito nacional y afecta principalmente a empresas instaladoras, mantenedoras, fabricantes de productos, distribuidores, importadores y empresas de certificación.
Es importante tener en cuenta que el cumplimiento de la RIPCI no es una tarea única, sino que debe ser una tarea continua para garantizar la seguridad contra incendios en todo momento. Además, es recomendable contar con la asesoría de un experto en protección contra incendios para garantizar el cumplimiento de las regulaciones y la implementación de las medidas necesarias.
¿Qué hacer para cumplir la normativa contra incendios?
Dicho reglamento exige a las empresas mantenedoras una pauta de obligatorio cumplimiento en relación con los equipos o sistemas que les sean encomendados. En este punto, entra en escena el Artículo 17 del Real Decreto 513/2017 que estipula:
Realizar y mantener las actividades de mantenimiento
Realizar y mantener en regla todas las actividades de mantenimiento estipuladas en el reglamento a los equipos o sistemas. Además, siempre deben estar dentro de los plazos marcados, y se deben utilizar recambios y piezas originales.
Corregir las averías
Corregir, a petición del titular de la instalación, las posibles averías que se produzcan, cuyo mantenimiento tiene encomendado.
Informe técnico
Entregar un informe técnico al titular, así como toda las documentaciones pertinentes. En dichos documentos deben relacionarse los equipos o sistemas que no ofrezcan garantía de la totalidad funcional o presenten deficiencias entre otros.
Guardar la documentación
Conservar durante un mínimo de cinco años, la documentación que justifique las operaciones que se puedan dar en cuanto a reparación y mantenimiento. Aquí, también se deberá conservar sus fechas de ejecución, resultados e incidencias, elementos sustituidos…
Certificado de mantenimiento
Emitir un certificado de mantenimiento periódico efectuado en el que se haga referencia a los equipos.