La temporada de barbacoas se presenta como una oportunidad para disfrutar del aire libre y compartir momentos agradables con familiares y amigos. Sin embargo, esta actividad no está exenta de riesgos si no se toman las medidas adecuadas de seguridad. Desde Drexmin exploraremos los aspectos técnicos clave para garantizar barbacoas sin riesgo y maximizar la seguridad en cada paso del proceso.
Elección del lugar de la barbacoa
Antes de encender el fuego es crucial seleccionar un lugar adecuado. Se debe optar por un área nivelada, alejada de estructuras inflamables y ramas de árboles. Además, hay que evitar lugares con fuertes corrientes de viento que puedan avivar las llamas y causar un descontrol.
Tipos de barbacoa
Existen varios tipos de barbacoas, como las de carbón, gas y eléctricas. Cada una presenta sus propias ventajas y desafíos.
Gas
Las barbacoas de gas requieren una conexión segura al cilindro y una inspección regular para detectar fugas.
Carbón
Por otro lado, las barbacoas de carbón demandan un manejo cuidadoso del fuego y una correcta disposición de las brasas.
Eléctricas
Las barbacoas eléctricas, aunque son más seguras, su uso está poco extendido en Canarias. Muy prácticas para balcones y terrazas pequeñas con toma de corriente, no se debe olvidar que al ser eléctricas, debemos tener en buen estado el cable y los enchufes.
Preparación del fuego
Si se decantan por una chuletada de carbón, la preparación adecuada del fuego es fundamental. El carbón, mejor si es de calidad, y hay que evitar el uso de líquidos inflamables para encenderlo, ya que pueden causar llamas repentinas y peligrosas. En lugar de eso, se optaría por un encendedor de chimenea, que asegura un encendido uniforme.
Control de la temperatura
Mantener un control preciso de la temperatura es esencial para cocinar los alimentos de manera segura y deliciosa en la barbacoa. Las barbacoas de gas suelen contar con reguladores de temperatura, mientras que en las de carbón se puede ajustar la altura de la parrilla. No se debe cocinar a temperaturas excesivamente altas para prevenir incendios y alimentos carbonizados.
La importancia de usar buenos utensilios
Usar los utensilios adecuados es más que una cuestión de comodidad: también es un tema de seguridad. Para evitar quemaduras, se recomienda el uso de pinzas y guantes resistentes al calor para manipular los alimentos y la parrilla. Además, es importante evitar utensilios metálicos que puedan causar chispas al entrar en contacto con la parrilla caliente.
Alimentos seguros
La seguridad alimentaria es un aspecto técnico vital en las chuletadas y barbacoas. Los alimentos deben estar adecuadamente almacenados antes de cocinar y evita la contaminación cruzada. Las carnes hay que cocinarlas a temperaturas internas seguras, utilizando un termómetro para alimentos si es necesario.
Extinción del fuego
Una vez finalizada, el proceso de extinción del fuego debe realizarse de manera apropiada. En el caso de barbacoas de carbón, se cerrarán las ventilaciones para apagar las brasas. En las barbacoas de gas, la válvula y el cilindro. Nunca se debe dejar una barbacoa encendida y sin supervisión.
Limpieza y mantenimiento
La limpieza y el mantenimiento regular son esenciales para prolongar la vida útil de tu barbacoa y prevenir riesgos. Las parrillas se limpiarán después de cada uso para evitar acumulación de grasa y residuos que puedan provocar incendios. Y, se debe revisar los componentes y las conexiones de gas con regularidad.
Conocimiento de primeros auxilios
Aunque se tomen todas las precauciones posibles, siempre existe la posibilidad de accidentes. Contar con conocimientos básicos de primeros auxilios es crucial. Se debe mantener un botiquín de primeros auxilios cerca y aprender cómo actuar en caso de quemaduras o cortes.
Normativas y regulaciones sobre las barbacoas
Las regulaciones sobre el uso de barbacoas pueden variar según la ubicación y el tipo de vivienda. Se debe investigar las normativas locales y asegurarse siempre de cumplir con todos los requisitos legales. Esto puede incluir distancias mínimas a estructuras, restricciones de horarios y precauciones específicas.
Si, por ejemplo, quisiéramos construir una barbacoa de obra en vez de tener una portátil en un edificio de viviendas, se deberá pedir un permiso al ayuntamiento, y avisar a la comunidad de vecinos ya que las terrazas y balcones se consideran parte de la fachada. La prevención es cosa de todos.