La protección pasiva contra incendios se refiere a las medidas que se toman para ayudar a prevenir y limitar los daños causados por un incendio.
Estas medidas incluyen la construcción de materiales resistentes al fuego, como revestimientos y muros, la instalación de sistemas de detección y alarma de incendios, el uso de sistemas de extinción de incendios, la ubicación de salidas de emergencia, y la planificación de rutas de escape, entre otras. Estos elementos de protección pasiva ayudan a reducir el riesgo de daños personales y daños materiales en caso de un incendio.
Normativa 513/2027, de 22 de mayo
La normativa vigente es muy estricta respecto a los sistemas de protección pasiva contra incendios. Para el caso de los productos de protección pasiva se realizan numerosos ensayos con fuego real para demostrar que los productos que van a ser instalados superan las pruebas. Esta regulación también establece pautas concretas sobre la compartición de los edificios y los elementos con los que se construyen, ya que deben tener una determinada resistencia al fuego. Además, se establece que los elementos estructurales con función portante deben tener una estabilidad determinada frente al fuego.
Así, los sistemas de protección pasiva contra incendios deben tener en cuenta lo siguiente:
Ignifugación de los materiales
La ignifugación es un proceso que se lleva a cabo para aumentar la resistencia al fuego de los materiales. Esta resistencia se logra mediante el tratamiento de materiales con compuestos químicos para mejorar sus características de resistencia al fuego, y por tanto, reducir el tiempo que los materiales tardan en quemarse para prevenir que los incendios se propaguen. De este modo, materiales textiles, plásticos y maderas mejoran su comportamiento frente al fuego.
Compartimentación
Al compartimentar el edificio en varias partes se consigue que la propagación del fuego sea más difícil. Para los cerramientos se utilizan placas y paneles resistentes al fuego, así como sellados que impiden que tanto los gases inflamables como las altas temperaturas se propaguen por huecos, tuberías o cables.
Protección de la estructura del edificio
Gracias a esto se evita el desplome o el hundimiento del edificio y se trabaja en su estabilidad para que no ceda ante un incendio.
Evacuación de humo
Posibilita que la extracción de los humos en caso de incendio se realice por ventilación natural mediante los exuotorios, o bien de forma forzada con conductos resistentes al fuego. Su uso permite que las personas puedan evacuar el recinto sin tener que transitar en espacios con humo que puedan intoxicar y también, son muy útiles para hacer visible el foco del incendio al equipo de bomberos.
Señalización luminiscente
Esta facilitará la evacuación del edificio cuando no haya luz. Estas señales indicarán las salidas de emergencia, la ubicación de los equipos de protección contra incendios, etc.